La caja de la rabia como herramienta

La caja de la rabia es una técnica de relajación para ayudar a los niños a entender sus emociones a través del dibujo. También el impacto que causan en él y en su familia.
Tantos garabatos como quiera
Después de leerle el cuento de Roberto, se le entrega al niño un papel y varios colores. Sobre la hoja puede dibujar garabatos o hacer rayas desordenadas, según sus impulsos; lo hará tanto como quiera, hasta relajarse.
Posteriormente, y para imprimirle diversión a la estrategia, se le pide al niño que le ponga ojos, brazos y piernas. De esta forma, el monstruo tendrá identidad y el niño podrá reconocer la emoción.
Al terminar, hay que arrugar el dibujo y meterlo en una caja; si está bien cerrada, el monstruo no podrá salir.
El triunfo, la derrota del monstruo
La caja de la rabia le permite al niño enfrentarse a esa sensación incontrolable y dañina que se apodera de él; cuanto más dibuja más efecto tiene en el monstruo, que finalmente termina derrotado. Será un triunfo para el niño, porque habrá logrado controlar su enfado y derrotar al monstruo, al que encerró en una caja.
Cada vez que sienta molestia o rabia puede dibujar y encerrar al monstruo en la caja. Poco a poco recuperará el control y convertirá una emoción negativa en algo positivo.
En cada dibujo el monstruo toma colores y formas distintas. Los padres pueden revisar los distintos garabatos con él y analizar lo que sintió en cada caso.
La caja de la rabia es una herramienta útil para controlar las rabietas; no busca cambiar comportamientos, sino resolver situaciones desagradables y calmar al niño.